Cómo entreno 5 días a la semana y lo compagino con una carrera exigente
Uno de los mayores problemas en el día a día de algunos estudiantes es intentar llevar una rutina de entrenamiento físico sin dejar de lado el estudio ni su carrera profesional. En este artículo te enseño que llevar esto a cabo no es algo imposible.
4/23/20253 min read


Como estudiante de Física sé lo complejo que es dedicar parte de tu tiempo a otras actividades que no tengan que ver con el estudios, debido a la gran cantidad de horas y de esfuerzo que hay que dedicar a estos para conseguir resultados óptimos para tu carrera académica. No obstante, ¿Qué me dirías si te afirmo que es totalmente posible conseguir tu mejor potencial físico sin descuidar tus resultados académicos?
Las claves que me han ayudado a progresar en estos aspectos sin descuidar ninguno de los dos son los siguientes.
La organización marca la diferencia
Una de las cosas más importantes para sacar adelante una carrera académica es llevar cada una de las asignaturas al día. Esto te permite tener un cierto margen que te permitirá llegar al examen final con todo estudiado a tiempo. Entendiendo esto, aunque es normal que existan periodos en los que se complica estudiar por cualquier razón, hay que procurar hacerlo casi todos los días posibles. Esto te otorgará una cantidad de tiempo semanal que por si fuese poco te permite entrenar una cantidad determinada de veces a la semana.
Desde que comencé a entender esto, mi tiempo y percepción del tiempo cambió absolutamente. Esto me permitió empezar a crear bloques de tiempo específicos durante el día e iterativos durante toda la semana en los que me podía permitir, ¡hasta 2 horas para ejercitar mi cuerpo!.
El verdadero potenciador: un propósito
A pesar de haber conseguido ese tiempo extra que tanto necesitaba en mi vida para progresar físicamente, me faltaba una especie de combustible que me acercase a cumplir todo lo que en un principio prometí. Había días que me faltaban las ganas o motivación, y lo único que me apetecía era estar tumbado en la cama y procrastinar como era lo normal.
Realmente uno de los problemas a la hora de entrenar es el hecho de tomarlo como una obligación o hacerlo simplemente por presión. Cuando lo enfocamos en el plano de ser alguien en el que nos queremos convertir y centramos nuestra visualización en quién queremos ser realmente, toda la fatiga que parecía acumulada en nuestra persona se comienza a disipar. Vemos la actividad como el único camino que podemos seguir para llegar a lo que queremos convertirnos y cómo queremos describir a nuestra identidad.
Tampoco voy a mentir, hay días en los que no estás de humor para bajar al gimnasio o ponerte las zapatillas para salir a correr. En esos momentos lo único que queda es la disciplina y la fuerza de voluntad. Pero desde que descubrí este secreto, mi vida se transformó por completo y mi autopercepción dio un giro radical positivamente.
Divide tu entrenamiento a lo largo de la semana
Personalmente, mi actividad física principal es el gimnasio, y como todo deporte, para mejorar tienes que tocar varios campos. En mi caso, cada día ejercito un grupo muscular muy concreto. Push-Pull-Legs se llama mi entrenamiento semanal. Este se basa en entrenar cada día un tipo de movimiento muscular. El primero consiste en realizar ejercicios de empujes, y aquí es donde entran los pectorales, hombros y tríceps. El segundo día la espalda y los bíceps, y el tercero ejercito las piernas. Combinando estos días así como algún día de descanso estratégico durante la semana, he logrado resultados importantes y es por eso por lo que estoy explicándolo.
Una de las claves los días de descanso es que no dejas de moverte por completo, si tu objetivo es estética, caminar es una de las actividades menos demandantes que puedes llevar a cabo. Científicamente, hay un proceso que controla tu ganancia de grasa a lo largo del tiempo y la reduce de cierta forma. Es por eso por lo que caminar al menos media hora al día, incluso en los días de descanso puede provocar mejoras notables si se combina junto con un ejercicio de fuerza. El problema de caminar es que hay días en los que hace excesivo frío fuera o estás en época de exámenes, como era mi caso. Es por eso por lo que existe un producto muy rentable y al que se le puede sacar mucha productividad:
Esta cinta me ha proporcionado, personalmente, mucha ventaja, ya que me ha permitido hacer prácticamente dos actividades a la vez, caminar mientras lees los apuntes, sin tener la necesidad de salir a la calle en caso de que estés ocupado o haga mal tiempo.
Una vez aplicados estos tres puntos, mi vida académica y física mejoró de forma exponencial, realizando con margen de tiempo todas mis tareas y acercándome día a día a mi objetivo.